La Selva Maya, compartida por Belice, Guatemala y México, representa uno de los sistemas ecológicos y culturales de mayor importancia a nivel global, con extensas áreas de bosque tropical, es el segundo bloque más grande de las Américas después de la selva amazónica.
Este territorio alberga gran diversidad de ecosistemas y de especies, siendo el hábitat más septentrional de muchas especies emblemáticas como el jaguar y el tapir, beneficiándose de un corredor de numerosas áreas naturales protegidas en las que las categorías de manejo convergen en un continuo geográfico. Es, además, una región culturalmente diversa, con amplia mayoría de población indígena que mantiene vivas sus tradiciones, al tiempo que conserva importantes vestigios arqueológicos de culturas ancestrales como Caracol en Belice, Tikal en Guatemala y Calakmul en México.