El aprovechamiento y la comercialización de la semilla de ramón generan ingresos derivados del bosque para la población local y motivan de esa manera su protección. Con la recolección de los recursos no maderables, como la semilla de ramón, se aprovechan de forma sostenible los recursos naturales, sin causar daños al ecosistema forestal. A través del fomento de la cadena de valor de la semilla de ramón en la Reserva de la Biosfera Maya, en Guatemala, el Proyecto de Protección y Uso Sostenible de la Selva Maya avanza en los objetivos de fortalecer el uso sostenible de los recursos naturales y generar un beneficio económico a la población local.
Como parte de estos mismos objetivos, del 16 al 20 de julio la Organización de Manejo y Conservación (OMYC), de Uaxactún, Guatemala, fue auditada con el propósito de obtener la certificación orgánica grupal para producir chicle, pimienta y productos derivados del árbol de ramón. Esto se realizó con apoyo de la Asociación de Comunidades Forestales del Petén (ACOFOP) y la Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit / GIZ (Cooperación Alemana al Desarrollo). A manera de antecedentes, en 2017 recibió la certificación orgánica para productos de ramón la concesión forestal El Esfuerzo; mientras que en 2018 se certificaron la Asociación Forestal Integral Cruce a La Colorada (AFICC), la Cooperativa Unión Maya Itzá y la Cooperativa La Lucha.
Obtener el certificado orgánico tiene el efecto positivo de aumentar los ingresos de la población de las organizaciones. Al contar con este distintivo se puede acceder a nuevos mercados y mejores precios. Se espera que en el futuro se sumen otras organizaciones y otros productos (como chicle y pimienta), al proceso de certificación orgánica.