A fines del año 2019 el Proyecto Protección y Uso Sostenible de la Selva Maya cierra sus actividades. Enfocado en la protección de la biodiversidad y el uso sostenible de los recursos naturales, se fortalecieron capacidades y plataformas de participación. El Proyecto fue implementado por la Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit (GIZ) GmbH en conjunto con la Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo (CCAD) por encargo del Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarollo de Alemania (BMZ). Y en los paises se implementó con las entidades responsables de la Áreas Protegidas de los tres países que comparten la Selva Maya: el Consejo Nacional de Áreas Protegidas (CONAP) en Guatemala, el Forest Department (FD) en Belice y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) en México.
Entre los impactos regionales del Proyecto cabe destacar el desarrollo y puesta en marcha de herramientas e instrumentos de ordenamiento territorial, prevención y control de incendios y gestión de la conservación de la Selva Maya. Por otro lado, más de 700 personas mejoraron sus capacidades en el manejo de productos no maderables (miel y semilla de Ramón), del fortalecimiento empresarial de estas cadenas de valor se benefician más de 3,000 familias. Así mismo, por lo menos 30 grupos meta tienen mayores capacidades técnicas, organizativas y de gestión. En cuanto a la gobernanza ambiental hoy existen dos plataformas de trabajo, el Grupo Estratégico de Coordinación (GEC) y el Grupo Operativo de Coordinación (GOC), que buscan cooperar e incidir al nivel político y técnico – operativo, respectivamente.
Los mensajes compartidos durante los eventos de cierre, celebrados en Flores, Guatemala; Belmopán, Belice; y Calakmul, México; coincidieron en la relevancia de proteger y conservar el bosque tropical más extenso de Mesoamérica. Queda claro que la historia continúa y prevalece la convicción de que salvaguardar la Selva Maya es una tarea y compromiso perennes.
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